Bueno, el blog ha cumplido su función con creces, la de reflejar día a día (o mes a mes, más bien) el proceso de creación los bichos para el Proyecto Final de carrera.
Y ahora... ¿qué? Pues ahora, puesto que soy un amante del reciclaje en todas sus amplias acepciones y que me ha costado tantos minutos mantener el blog (minutos, ojo, que no horas), pensé que sería una lástima que se perdiese en el olvido... Muchos han sido últimamente los eventos que, para bien o mal, me han hecho darle vueltas a la cabeza, depositando sus semillas en ella, germinando en mi interior y eclosionando el forma de abstractas ideas. Una de ellas, el Proyecto Alcardete, del cual no me está permitido hablar. Y otra, no sé porqué, la de crearme un Webcómic. Quizá el ver cómo a cierta envidiable e inigualable persona a la que echo de menos le ha ido bien con ello, quizá por alguna conexión neuronal rara creada a raíz del atontamiento que supone la jornada laboral veraniega de 10 horas a 40 grados o quizá porque.. porque sí, no tengo que dar explicaciones.
Bueno, eso. No sé lo que durará la cosa, no sé si sólo haré esta tira y no prometo actualizar muy a menudo, al menos a largo plazo, puesto que el procrastine, parienta y consola son amantes exigentes que me consumen gran parte del tiempo.
Damas y damos; aunque no sea para tanto, me enorgullece presentarles la que será la primera de (espero) varias actualizaciones. Aún sin título, ojo.
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